En algunas personas afectadas de epilepsia (convulsiones), cuando consumen alcohol aunque sea en poca cantidad, puede producir una crisis convulsiva.

Las crisis convulsivas relacionadas con el consumo de alcohol constituyen una de las causas más frecuentes de recaída en personas con epilepsia de cualquier edad.

El alcohol provoca un metabolismo más rápido de algunos fármacos, y entre ellos los medicamentos para las convulsiones. Esto hace disminuir su efecto y por tanto, poder llegar a provocar una nueva convulsión.

Las personas con problemas de adicción al alcohol, tanto en intoxicaciones agudas, como en consumo crónico, como en el caso de detener el consumo de alcohol de forma brusca (dentro del llamado síndrome de abstinencia) pueden tener crisis convulsivas.

En la mayoría de los casos es difícil atribuir estas crisis a los efectos sólo del alcohol, ya que se pueden asociar al mismo tiempo otros factores (consumo de otros tóxicos, falta de sueño…) pero sí es cierto que el alcoholismo produce un daño que puede provocar epilepsia con crisis espontáneas ya no provocadas por las intoxicaciones.

Estas crisis relacionadas con el consumo de alcohol son más frecuentes en jóvenes, y no necesariamente con antecedentes de epilepsia.

En los casos de adicción al alcohol y epilepsia, obviamente, el objetivo es la suspender el consumo de alcohol. Se debe destacar la importancia de evitar el consumo de alcohol en personas con epilepsia, y sobre todo, insistir en el buen cumplimiento del tratamiento y así evitar al máximo nuevas crisis y con eso obtener una mayor calidad de vida.

Es importante que lleves un adecuado control de las crisis convulsivas con tu Neurólogo y que te asesore respecto a que factores evitar para que ya no tengas una convulsión.